Nuestra etiqueta azul ha sido reconocida como símbolo de calidad, frescura y productos de excelente sabor. Cultivar la mejor fruta requiere dedicación y atención al detalle. La diferencia de calidad y consistencia puede verse afectada por muchos factores, como la distancia a la que plantamos las pequeñas plantas de banana (6 pies [1,83 m] es lo ideal), la cantidad de “racimos” de bananas que hay en cada tallo (8 es el objetivo) o la temperatura exacta establecida para los contenedores de transporte que llevan la fruta a su destino final. (13,5 grados).
Utilizamos sistemas probados que nos ayudan a cuestionar, controlar y mejorar la forma en que hacemos todo: desde la primera plantación hasta la carga y el envío de la fruta a todo el mundo, así como la preparación de las condiciones ideales para que la fruta salga finalmente de nuestros depósitos y llegue a su tienda local. Muchos de los procesos que desarrollamos nosotros ahora son estándares en la industria.